La reducción de la presión sobre el suelo con una presión de neumáticos adaptada tiene también ventajas económicas para el agricultor y el contratista agrícola. Sobre todo a la hora de repartir el estiércol licuado, en la cosecha de ensilado y en el duro trabajo del suelo, la presión correcta de los neumáticos protege el suelo e incrementa con ello la producción. Al mismo tiempo, se mejora la fuerza de tracción del tractor, se reduce el consumo de combustible y se alarga la vida útil de los neumáticos. Con ello aumenta la rentabilidad de la máquina y del terreno.